Este artículo nos trae a colación una práctica ilegal e inaceptable en cualquier cultura y línea de tiempo, conocida mundialmente como «tortura» y condenada por toda la humanidad.
Venda Sexy operó dentro de la dictadura de Augusto Pinochet en detrimento de la ciudadanía Chilena.
Las prácticas de una de las presidiarias más sangrientas y poco conocidas, su impunidad y la necesidad de justicia que claman las víctimas de esta casa del horror, observando cómo se repite en diferentes contextos la inoperancia y responsabilidad estatal ante estos delitos de lesa humanidad y atropellos a los derechos humanos.

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