Ayer, en el ex centro de tortura y exterminio Irán 3037, la memoria se hizo presente con un emotivo homenaje a José Calderón Ovalle, compañero cuya lucha y dignidad siguen iluminando el camino de la justicia y la verdad.
Su compañera y sus tres hijas, Carmen, Patricia y Juanita, encabezaron la jornada colocando su fotografía y un ramo de flores en el Bosque por la Memoria, junto al árbol que lleva su nombre. Un gesto profundo, de amor y resistencia, que reafirma la memoria como un acto de vida.
Sigue leyendo