En el mes en que se concretó la expropiación del centro de detención y tortura Venda Sexy, la ministra de Bienes Nacionales aborda la relevancia de este hito. Anuncia que están trabajando en la recuperación de otros sitios de memoria, como la Fosa de Pisagua, la excárcel Isla Teja y el Cuartel Borgoño, entre otros. «Todos los pasos que demos en materia de derechos humanos no son simbólicos, son muy concretos», afirma la ministra. Además, aborda los avances del Plan de Emergencia Habitacional, el cual confía que permitirá la construcción de las 260 mil viviendas sociales prometidas por el Ejecutivo.

El 1 de julio se concretó la expropiación de le emblemática casa ubicada en Irán 3037 (Macul), locación en la que operaba el excentro de tortura conocido como la “Venda Sexy”. Este hito significó uno de los avances más relevantes en los compromisos del Gobierno en materias de reparación, y en su compromiso con la protección de los Derechos Humanos.

Al menos así lo interpreta la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval (50), quien como titular de la cartera se ha hecho cargo de este proceso. “Hoy día lo que hemos hecho, en definitiva, es cumplir con una medida de reparación”, afirma la secretaria de Estado.

La ministra asegura que los intentos de expropiación del establecimiento comenzaron en 2016 (incluso antes), pero que hasta ahora se mantenían congelados. Sostiene que la expropiación de este inmueble era un compromiso, no solo del Gobierno, sino particularmente del Presidente Gabriel Boric, y que han estado avanzando para transformar este espacio en un sitio de memoria.

“Hemos decidido, en conjunto con la organización (Sitio de Memoria Irán 3037), acompañarlas en este tránsito. Porque es un proceso bien inédito”, aclara la autoridad, que añade que “es un lugar que reviste mucha relevancia y muchas interrogantes también para el tema de violación a los Derechos Humanos”. 

Aquí aborda otros sitios que esta administración buscará expropiar en el marco del compromiso con la reparación y también repasa parte los crímenes ocurridos en la Venda Sexy, algunos de ellos abordados por The Clinic .

—¿La Venda Sexy va a ser un sitio abierto para acceso al público? ¿Qué trabajo se pretende hacer en este establecimiento? 

—Es una figura similar a los sitios que conocemos, como Londres 38, como Villa Grimaldi. Acá hay un interés por parte de la organización de familiares, de sobrevivientes, de disponer al público un archivo para investigación, pero también para dar a conocer lo que ahí ocurrió. Hay que enfatizar que este lugar en particular fue el que dio más referencias o argumentos para caracterizar el delito de violencia sexual como tortura en nuestro país, en el contexto de la dictadura. Entonces hay muchos testimonios que requieren ser trabajados como un archivo propiamente tal. 

Y también una apuesta más museográfica de responder en qué consistió ese lugar de tortura y represión. Muchas veces nos preguntan también sobre estos lugares, qué interés van a revestir para las próximas generaciones, si es que finalmente es mostrar horror. Yo estoy convencida que reparar también consiste en mostrar, en recuperar estos lugares para que no vuelvan a ocurrir. Son marcas en la ciudad, que nos permiten decir que situaciones como estas no queremos que vuelvan a ocurrir. Es importante que las nuevas generaciones se aproximen a estos lugares. 

—¿Tienen los plazos que se manejan para pensar en abrir este establecimiento? 

—Este año vamos a terminar con el traspaso a la administración. Estamos acompañando este proceso. Y ahí entran otros ministerios también. El Ministerio de Cultura, para efectos de presentación de proyectos, de fondos. También la misma organización está diseñando un plan. Ellos tenían en perspectiva, algún día, de recuperar este lugar, pero nunca pensaron que iba a ser posible realmente. Venían años demandando.

“Todos los pasos que demos en materia de derechos humanos no son simbólicos, son muy concretos”

—¿Qué relevancia le dan como Gobierno a este hito? 

—Evidentemente que recuperar este lugar, que era un lugar del horror, convertirlo también en una señal de identidad en la comuna de Macul, pero también para la Región Metropolitana y para todo el país, revestía una gran importancia para nuestro gobierno. Para el Presidente en particular. Me sentía con una gran responsabilidad de lograrlo. 

—¿Qué otros espacios de memoria están en la agenda de recuperación hoy en día del gobierno? En la cuenta pública, el Presidente habló de la expropiación de Colonia de Dignidad.

—Colonia de Dignidad es un caso bien complejo, porque involucra a dos Estados. Ya estamos en coordinación con varios ministerios que tenemos un rol en el anuncio de expropiación.

Tenemos trabajo en varias regiones, en lugares que hemos recuperado pero que son algunos bien distintos a los de Irán 3037, pero que se requería de expropiación. Por ejemplo, la Fosa de Pisagua, que está declarada monumento hace muchos años estaba en administración municipal, no era del fisco. Y eso significaba que la administración de turno se hacía cargo, resguardaba o no resguardaba la fosa. El presidente cuando fue el año pasado a esa zona, las organizaciones se acercaron, y se dio cuenta que estaba abandonada. Y él se comprometió a que la íbamos a recuperar para el fisco. La recuperamos, ahora es del fisco, tenemos una mesa de trabajo con organizaciones vinculadas a Pisagua, y estamos definiendo la figura de administración, también para hacer este traspaso. 

–¿Existe algún otro?

–También estamos trabajando en la apertura de un camino de acceso a los Hornos de Lonquén (…) en sitios en regiones, con la excárcel Isla Teja, que también lo estamos recuperando. El caso que reviste un gran desafío para el ministerio es la recuperación del cuartel Borgoño. 

—¿A partir de la recuperación de Irán 3037, la recuperación de sitios de memoria por parte del Gobierno se podrían transformar en un hito de esta gestión? 

—Todos los pasos que demos en materia de derechos humanos no son simbólicos, son muy concretos. A 50 años del golpe, el Presidente hizo un anuncio muy importante, que fue el Plan Nacional de Búsqueda. Pero también la recuperación de sitios de memoria. Es lo que garantiza de alguna manera que las sociedades avancen, que la sociedad sea más democrática, y que finalmente la garantía de que los Derechos Humanos están al centro.

—¿Identifican algún riesgo de que si es que en este gobierno no se logra materializar el traspaso de algunos sitios, en la próxima administración —de no ser de la misma línea política que la actual— se congele este objetivo?

—Siempre hay un riesgo en no avanzar en materia de Derechos Humanos. Todo lo que se pueda avanzar siempre es ganancia para la sociedad en general. El riesgo debe ser medido en esas dimensiones. Efectivamente nuestro compromiso en eso debe ser irrestricto.

FUENTE: THE CLINIC